Partido clásico del Madrid de los últimos años, esta crónica se hubiera podido escribir perfectamente dos horas antes del partido dejando en blanco la parte del juego en la que el Madrid marca y los autores de los goles, resumiendo, primera parte aburrida mucho intento de jugadas en solitario y pases largos, segunda parte dubitativa hasta que se abre el marcado juego bueno hasta el último gol y luego minutos para los reservas con mas ansiedad que juego.
La primera parte dejó poco que comentar alguna parada de casillas, que los madridistas ya ven como normal, Ramos incorporándose menos de lo que suele ser habitual y poco más.
La segunda fue otra historia, a partir del minuto 58 cuando Cristiano Ronaldo se encuentra un pasa de 40 metros de Pepe y desborda en velocidad al defensa, cierto es que el portero sale a la desesperada y da un salto que en vez de pararla parece que quería poner un tapón pero aún así la tranquilidad con la que espera al portero y marca es genial. El segundo gol, penalti que le hacen a Cristiano desbordando desde la banda izquierda y marchándose por potencia, la jugada en directo me pareció penalti, las primeras repeticiones parecía que no, pero el jugador del Olympique golpea en el tobillo, lo que provoca su segunda amarilla y el equipo francés se queda con diez. Kaka marca como siempre, como si fuera lo más fácil del mundo, corres, el portero se tira y tu la cambias.
El tercer gol, el mejor desde aquel gol de Van Nilsterroy al Valencia en el Bernabeu, Benzema se disfrazó de Zidane y repartió la pelota tocándola cuatro veces dentro del área al primer toque y sin mirar a puerta, Benzema entra en el aire y hace una pared con Ramos y se sale al borde donde se la da a Kaka para desmarcase, éste se la cede al primer toque y solo delante del portero se la cede a Cristiano para que haga el tres a cero.
Después de esto hubo poco más, la lesión de Cristiano dio entrada a Higuaín que dispuso de varias ocasiones pero al igual que su primer año le puede la ansiedad, a este jugador le hace falta un amigo que le diga que no ha perdido por ser suplente, que no es peor que el año pasado, que es mejor ser suplente en este Madrid que en los anteriores, que con paciencia llegará a ser titular y bastante mejor que el titular del año pasado.
Garay salió por Ramos y Raul por Kaka, destacar la discreta actuación de Morientes en su regreso al Bernabeu. Tres puntos más y la clasificación para octavos encarrilada siete partidos de siete y el madridismo igual que España con la lotería de Navidad, con muchísima ilusión esperando que este año toque.