Se disparan los debates diciendo que este barça no es el del año pasado, que si es menos efectivo, menos fresco, menos determinante, pueden tener un punto de razón, aunque yo personalmente le pongo algún “pero”.
El partido de ayer fue un monologo brutal del equipo blaugrana como así indica su posesión, y solo le faltó ese puntito de velocidad en los últimos 20 metros, donde se estrelló una vez tras otra.
Es posible que algunos de sus mejores jugadores no estuvieran finos, Messi muy lento y previsible, Ibra desparecido, mandó en el minuto uno un balón al palo que pudo cambiar el partido. Iniesta le falta aún un pelín para tener su gran velocidad de desborde.