Era un partido muy complicado, ante un rival muy muy duro, con un entrenador que nos tenía estudiados al dedillo y una España en el alambre.
La roja que se disfrazo de azul, empezó bien los primeros cinco minutos, pero pronto las hormigas rojas chilenas empezaron a morder, maniatando a Xavi y dando muchas muchas muchas patadas y cortocircuando el mediocampo español que no podía tocarla. Ante esto, una España madura, no se achanta y espera, y la ocasión surge en un pase (jugada calcada a la del segundo gol ante Suecia de la Euro), largo de Xabi, Torres la pelea, la despeja mal el portero chileno y Villa siempre atento, la caza y con la zurda mete el 1-0 de vaselina.
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