Cuando fuimos Campeones

Y ganamos la Eurocopa, ha pasado más de un año, y hasta ahora no me he atrevido a escribir sobre el tema, quería que la cosa se enfriase para no plasmar algo demasiado sentimental, y además creo que porque hasta que no nos eliminaron de la copa confederaciones no asumí, ni asumimos muchos, el meritazo que tuvo aquella España de la Euro 2008.

Como digo, un año después, volviendo mi memoria a los días previos, creo recordar, que no tenía muchas esperanzas en llegar lejos, algunos amigos futboleros, me decían que habían perdido el pellizco ese que hay en el estomago cuando va a empezar una fase gorda de estas, yo, aunque en mi fuero interno lo veía complicado, quería expresar y así lo comunicaba que tenia ciertas esperanzas. El primer partido con Rusia, recuerdo mis nervios, el miedo en cada ataque ruso, hasta que empezaron a llegar los goles, y a pesar del 4-1, no estaba muy convencido si con eso nos bastaría para llegar lejos, le mande un mensaje a un amigo, diciéndole, “¿con esto nos bastará para superar a Italia?” sin saberlo, iba a ser premonitorio.

El segundo partido ante Suecia, buf, lo pase fatal, me ensañé con Ramos, que no dio una a derechas, España no termino de jugar bien, con 1-1, el golazo de Villa en el último segundo fue el espaldarazo que nos hizo confiar en este equipo. Así tras el “tramite” ante Grecia, los suplentes a medio gas, ganaron 2-1, llegamos a los malditos cuartos, Italia, nos esperaba, soñé incluso con ese partido, fueron días de nervios para los futboleros, que ni intuíamos que el 22 de junio de 2008, pasaría a la historia de nuestras vidas y recuerdos gloriosos de futbol.

Unos días antes de ese partido, me había ido con mi chica a Conil, a relajarnos de un duro año, allí vimos el repaso soberano de Rusia a Holanda, con un Arshavin sublime, pues nada, ellos nos esperaban en semis, pero antes, quedaba delante la infranqueable Azzurra. Y tenía un dilema, ver el partido, o aprovechar el día en Conil, elijo lo segundo, y prefiero escuchar el partido por radio de vuelta, aun no se muy bien porque decidí hacer eso, pero tampoco le di muchas vueltas y tras unas horas de viaje, comienza el partido, mi novia me decía que tranquilo, yo insultaba a los italianos sin estar viendo nada, la onda se perdía, y escuche todos los diales posibles, llegué a casa, justo para ver el segundo tiempo de la prorroga, y los malditos (o benditos?) penaltis.

Aun los veo hoy y me pongo nervioso, es mas, escribo esto y se me pone el vello de punto, aun alucino con las paradas de casillas, a De Rossi y Di Natale, el fallo del gran Guiza, y así, llegamos al último penalti, Cesc, un chaval de 21 años, que se fue del Barça, para hacerse grande, tiene la oportunidad de vengar y dar una alegría, a tantos, que lloramos con el fallo de Salinas ante Pagliuca y el posterior gol de Baggio, a esos que aun lamentamos el fallo del mítico Arconada en el lejano 84, que no entendimos como Zubi no paro ni un penalti en el 86 ante Bélgica, que en el 90 queríamos matar a Michel por quitar la cabeza en la falta, que en el 96 sufrimos la injusta tanda ante Inglaterra y en el 98 soportamos a Clemente, los que en el 2000 tiramos el penalti de Raúl a las nubes y con el nuestra ilusión y en 2002 un arbitro no quiso que eliminásemos al anfitrión, los que aguantamos que nuestros vecinos Portugal y Francia nos echaran en las ultimas citas importantes, todo ese peso, llevaba Cesc cuando comenzó la carrera para batir a Buffon. Todos contenimos la respiración cuando vimos como el chaval engañó al ex mejor portero del mundo, y le dio ese trofeo a Casillas, toda España entro en una histeria colectiva de alegría inimaginable, era algo que nunca había pasado en la historia moderna, nos echamos a la calle, sin aún haber ganado nada, pero habíamos derribado el muro mas fuerte, el de nuestros miedos. Después, con la confianza, vino el 3-0 a Rusia en semis, con el, posiblemente, segundo mejor tiempo de la historia, magnifico, y la gran final, con el histórico gol de Torres, ante una Alemania que solo inquieto al principio. 1-0, otra vez a las calles, había ocurrido algo que nadie si quiera soñamos que pasaría, éramos CAMPEONES DE EUROPA.